Cuando yo era pequeño, en la escuela, nos proponían el siguiente debate: un hidalgo en la ruina y muerto de hambre se veía en la dilación de conservar la espada de la familia (y por consiguiente, su honor) aunque ello significara seguir en la pobreza, o, por el contrario, vender dicha espada y comer caliente por una buena temporada. Fuera de todo romanticismo, yo creo que la solución es obvia, aunque también es cierto que los tiempos que corren no están hechos para los caballeros andantes.
Este interesante dilema se plantea, con ligeros cambios, en An Education. Yo estoy seguro de que, al final de la vida, mantenerse virgen y ser profesora de latín tiene la misma importancia que ser un bon vivant de París a Sao Paolo. Es decir, ninguna. Con lo cual los dos caminos entre los que la joven protagonista debe de escoger son, por supuesto, antagónicos, y con un mismo final –que le pregunten sino a Jorge Manrique-.. Pero, a fin de cuentas, los que hemos estudiado una carrera larga y con muchos sacrificios, y en estos tiempos de crisis supina y desempleo juvenil, entendemos muy bien la frustración de todo ese tiempo que ha resultado ser desperdiciado, lleno de expectativas que no se han de cumplir. En este sentido, la película resuelve de forma moralista y algo tramposa, pero con éxito.
El otro aspecto que se nos cuenta es la relación de la jovencita estudiosa e inteligente con el pícaro seductor, vividor y adinerado, que la conquista. La primera hora de la película resulta perturbadora e incómoda, aún más por el lógico papel que los padres cumplen en la trama. El tramo final -más dramático- mejora bastante aunque yo he echado en falta una resolución menos predecible. Un cásting bien escogido (Alfred Molina como un improbable londoner a la cabeza) y una dirección sobria y anónima construyen un film correcto pero excusable.
Lo mejor: el enfoque de la pelicula, realista e inteligente, con una soberbia recreación de época.
Lo peor: el principio no llega a enganchar, porque huele a historia conocida.
Va a ser mejor esperar un poco a que escampe...
Me gustó bastante, fui a verla cuando supe que estaba escrita por Nick Hornby, un autor que me guste y del que ilustré la portada de "Fever Pitch" que aquí titularon "Fiebre en las gradas". Saludos. Borgo.
ResponderEliminartomo nota de la pelí y del fantastico blog me pregunto como puedo mejorarlo quizas tu blog me sea de ayuda como siempre buen post me encanta siempre esplicaciones sencillas para hacerse entender yo suelo divagar mucho en mis blogs sobre todo en mi primer borrador un saludo.
ResponderEliminar