Cualquier
excusa es válida para traer al bueno de Wall-e por estas tierras, pero es que,
además, la banda sonora de Thomas Newman es magnífica. Os dejo esta escena
maravillosa como muestra de la magia del cine y del buen hacer de Pixar: dos
latas de chatarra, un extintor y la falta de gravedad, junto a cuatro notas
musicales, elevan a la categoría de arte lo que en principio es sólo otra
película para niños. Que viva Wall-E.
Disclaimer
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Este fin de semana era mi turno en Zinéfilaz y le dedico una entrada a una
miniserie que me ha parecido un ejercicio de cine en toda regla. Un
thrille...
Hace 1 hora
Me encanta esta película y desde que vi Brave la adoro más ¿Y por que? te preguntaras por que esta es mas original y más fresca.
ResponderEliminarUn saludo.
No soy muy de animación, aunque como papá me vea obligado a disfrutar de la misma más de lo que desearía, pero Wall-E me gustó bastante... debe ser que la "ética" Disney todavía no ha devorado la frescura de Pixar... bueno no sé ya te digo que soy bastante ignorante en estas cuestiones.
ResponderEliminarSaludos.