Resacón en Las Vegas

La que se avecina

No está de más repasar Resacón en las Vegas (muy acertado título, teniendo en cuenta la que se nos avecina, para el menos explícito original The Hangover) ahora que se estrena la continuación –que, al parecer, copia sin ningún pudor situaciones y personajes de la muy exitosa primera parte). Estas historietas descerebradas no son nuevas en este sufrido mundillo cinematográfico (recordemos, sin ir más lejos, Despedida de Soltero, con un primerizo Tom Hanks) y dan lo que prometen para una audiencia no demasiado exigente. Quería mi amigo Patricio entrar a ver ésta cuando se estrenó en el cine, pero yo le convencí para que fuéramos a ver Mapa de los Sonidos de Tokyo. Ignoro cuál de las dos es más dañina, la verdad.

Resacón en Las Vegas añade ciertos elementos de thriler a la típica comedia de juergas tremebundas. Nuestros simpáticos muchachitos van recogiendo pistas cual Sherlock Holmes cocidos a Alka-Seltzer, de forma que se nos cuenta la noche loca a base de flash backs y recuerdos con cuentagotas. Lo que no está del todo mal. Por desgracia, aquí terminan las buenas noticias. La película es burda, chabacana, y, lo que es peor, no tiene ni puñetera gracia. Los personajes son directamente insoportables y las situaciones un absurdo sin media pensada. Ojo al dato, porque The Hangover es ganadora del Globo de Oro a la Mejor Comedia 2009. Si la cosa hubiera sido un poco más modesta, no me molestaría ni en decirlo, pero como viene recomendada por premios y demás calaña, lo tendré que decir: la película es una basurilla, aburrida y ofensiva, de esas cuyo DVD no sirve ni para calzar una mesa. Si, después de este chaparrón, a alguien todavía le quedan dudas, que vaya a ver la segunda parte, pero por lo menos yo avisé…


Lo mejor: el toque misterioso a lo "qué ha pasado aquí?"
Lo peor: misoginia, racismo, escatología, pedofilia, homofobia... no se deja ni un sólo palo por tocar. Lamentable.

Sí, a mí me ha producido el mismo entusiasmo (o más...)