30/3/11

Quantum of Solace

Hostias como panes
Si esta fuera la única película de James Bond, descubriríamos que el agente secreto más famoso de la historia del cine es un tipo hiper musculado e inexpresivo, con orejas de soplillo y bastante feo y arrugado. Además de licencia para matar, tiene licencia para ser cruel. No es irónico ni simpático, sino más bien un tipo muy serio, bastante amargado y sin sentido del humor. Debe de ser cosa de la venganza. La buena noticia es que en la película el plano cambia a cada segundo, con lo cual es imposible ver nada y las escenas de acción, que son muchas, se reducen a un bombardeo de imágenes y mamporros que deja sin aliento. Solamente las chicas mantienen el nivel en esta entrega, aunque yo sigo sin creerme a un M en la tercera edad por mucha entereza que le ponga Judi Dench. Imposibles dictadores bolivianos y un maloso que no duda en liarse a hachazos si hace falta pululan por esta entrega que se supone conectada a Casino Royale, aunque hubiera necesitado de un par de flashbacks con Eva Green para asegurar esa conexión. Quantum of Solace es bastante aburrida y bastante peor que Casino Royale, porque, si bien en ésta las maneras toscas y el estilo playero de Daniel Craig cuadraban con el argumento (un James Bond primerizo que todavía no ha descubierto los smokings), no hay perdón para mantener el estilo chulesco ni por supuesto la confusión atropellada del comienzo de la cinta. En fin, para fanáticos de la franquicia.

Lo mejor: las chicas Bond.
Lo peor: la permanentemente aburrida mirada de Craig, entre enfadada y chulesca. Y que, en el colmo del despropósito, ni siquiera se lleva a la cama a Olga Kurilenko.

 
¿Te sobra alguna galleta, James?

1 comentario:

  1. Peor que la primera, una pena, porque este Bond del lado oscuro prometía.
    Saludos!

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