8/2/11

Superman arquitecto

¿Cuánto pesa su edificio, Sr. Foster?
Además de genial arquitecto (seguramente el número uno del mundo en la actualidad), Norman Foster es el marido de Elena Ochoa, la sexóloga española que los más talluditos recordamos como adalid de la naturalidad sexual en los tiempos oscuros de la España post-ley del divorcio. Cuando uno descubre, al final de la película, que la doctora es productora de la cinta se entiende todo mucho mejor. Homenaje en vida al maestro británico, más que un documental se trata de un publi-reportaje en el que no se vierte ni una sola crítica. Uno cabría esperar que no solamente sus colegas del despacho y sus amigos cantantes (Bono de U2, por ejemplo, ¿qué hace aquí metido?), sino otros arquitectos comentaran su trabajo, tal vez desde un punto de vista más profesional que humano (si es que es posible desligar estos extremos, llegados a un punto en el que el mito supera al arquitecto).

Dicho ésto, la figura de Foster es digna de admiración y se merece este documental (y uno mejor, seguramente). La fuerza de sus edificios transmite la falsa sencillez que solamente consigue un diseño sustentado en la estructura y en la construcción (diseño con una razón de ser, porque aunar la función y la forma es posible). Esa fuerza casi no buscada es lo mejor de una película para un público minoritario, pero que, como alternativa a los Rambos de turno, bien merece una tarde.

Lo mejor: las poderosas imágenes de algunos proyectos.
Lo peor: que no te guste la arquitectura, o que sí te guste, pero te esperaras algo más técnico.





Un poco de arquitectura no viene mal para subir el nivel, ¿verdad?
Para el que se haya quedado con ganas de más arquitectura, he aquí un (buen) blog amigo

DESIGN AFTERHOURS

2 comentarios:

  1. He oído hablar mucho de esa película pero creo que no la voy a ver y es que no puedo con la arquitectura. Ya me hubiera gustado, ya, hacer planos arquitéctónicos en lugar de mis cómics y portadas que no dan mucha pasta, la verdad, pero qué le vamos a hacer. Eso sí, me gustan las maquetas, Saludos. Borgo.

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  2. Ya sabe usted, querido Borgo, que el dinero y el talento transcurren por caminos muy separados y raras veces llegan a juntarse. Este tema, o la arquitectura en general, dan para hablar largo y tendido… Quizá algún día.

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