Vamos a descansar un poco de Disney y Menken revisitando una de mis películas favoritas del orondo maestro británico. Si alguien tenía duda sobre la importancia del psicoanálisis en el cine de Hitchcock, con esta cinta quedarán resueltas: traumas, obsesiones, trastornos de conducta inexplicables y, sobre todo, la figura de los progenitores y de la madre especialmente. En realidad, Marnie no es otra cosa que una vuelta de tuerca de Psicosis, una especie de remake en una clave -sólo aparentemente- más sencilla. Norman Bates es perturbador y enfermizo, pero Tippi Hedren le va a la zaga tan sólo unos pasitos. El título en español no deja duda de la "profesión" de la susodicha (se ve que el original, Marnie, a secas, queda un poco soso), aunque, como ella misma dice en su discurso final, es ladrona y mentirosa, pero al menos es decente.
.
.
Tal vez el personaje de Sean Connery se quede a medias (porque no termina de definirse en la película para que nos centremos en Marnie). Tal vez Tippi Hedren no sea la actriz más expresiva de entre las rubias que trabajaron con Hitchcock (aunque sí fue, seguramente, la que más sufrió -recordemos Los Pájaros-). Es verdad que la película es a veces demasiado obvia y otras veces el tempo se estira demasiado para el espectador moderno, como sucede en Vértigo, o en la etapa inglesa de Hitchcock en general. Lo cierto es que, con la paciencia necesaria, el film entrega buenas interpretaciones, una historia y una dirección de óscar, un final de intensidad apoteósica y, por si fuera poco, un viaje al subconsciente serio y apasionante. Qué más se puede pedir.
Lo mejor: la última media hora y el montaje alrededor del flash-back. Soberbio.
Lo peor: decorados de cartón piedra en exteriores y algunas escenas tirando a cursis, que vistos hoy en día quedan algo ridículos.
Es que en Baltimore, cuando llueve, llueve. Lo digo por la camisa, claro.
No es de lo mejor del orondo maestro del suspense, pero mola.
ResponderEliminarAcabo de revisarla, no recordaba que salía Bruce Dern como marinero violento. La relación entre Connery y Hedren tiene ese regusto retorcido que tanto le gustaba a Hitchcock; una mujer con pánico al sexo obligada a casarse con un hombre que la encubre. Es desigual pero no es una mala película. Borgo.
ResponderEliminarCinemagnific, lo ha dicho usted todo en una línea. Bien dicho que está.
ResponderEliminarBorgo, yo diría que es una muy buena película, y seguramente la que apunta más alto respecto a las obsesiones de Hitchcock... de hecho, si en lugar de Connery estuviera aquí James Stewart, a lo mejor no hablaríamos tanto de Vértigo y bastante más de Marnie... un saludo.