Vamos a ver, vamos a ver, vamos a ver. Niños, no hagáis ésto en casa. En esta película los personajes se meten un par de botellas de vino entre pecho y espalda, por lo menos, al día, y, después, borrachos como una cuba y trazando las hoces del Duratón sobre la acera, se meten en el coche tan ricamente y venga, a conducir. Inaudito. Parece que el director absuelve a sus personajes de éste y de todos sus pecados: alcoholismo, adulterio, fracaso profesional, depresión post-divorcio, etc etc; el caso es que, tal vez por esa "humanidad" que desprenden, terminamos cogiendo cariño al depresivo alcoholizado (qué bueno es Paul Giamatti) y al actor de segunda sin vergüenza. Yo diría que la última media hora la cosa de desmadra, y eso que al principio empieza muy bien, muy divertida. Como resultado nos queda una cinta que ni mata ni engorda, para pasar el rato (sí, premios tiene muchísimos; en el país de los ciegos...) Pero bueno, a lo que íbamos : niños, ved esta película y tomad buen ejemplo de lo que no se debe hacer cuando seais mayores: llamar a tu ex cuando estás borracho, liarte a hostias con el casco de la moto si te cuentan una mentira, conducir borracho, robar dinero a tu madre, estrellar el coche de tu amigo sin avisar, arrejuntarse con casadas, en fin, cosas así. Qué curioso, la línea entre el patetismo y la carcajada es fina, finísima.
Tocar forma
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NEXT OF KIN, de 1982, es uno de esos casos irritantes en los que uno ve un
film muy bien "hecho", pero donde se manifiesta una desesperante
incapacid...
Hace 22 horas
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