29/5/12

Semana de Alien (I)




Ya casi está aquí Prometeo. Muy esperado este regreso de Ridley Scott a la ciencia ficción y al universo Alien. Tan esperado es, que sin duda decepcionará a casi todos, y más aún cuando la promoción de la película lleva ya un mes de bombardeo intenso y muchos más meses calentando motores. En Tururú hemos decidido hacerle un hueco al entrañable monstruo galáctico de saliva ponzoñosa y aviesas intenciones, haciendo un repaso a sus terroríficas aventuras y desventuras, siempre de la mano de la simpar morenaza de rizos ariscos Teniente Ripley.

Como lo primero es lo primero, comenzamos con la primera parte de la saga, que ya comentamos en este blog en su día. Aquí la transcribo, demostrando que cualquier tiempo pasado fue mejor, incluidas las habilidades de quien esto firma. También le he pedido al Maestro Tururú una ayudita con las calificaciones. Veremos qué opina.

Alien, el Octavo Pasajero

Mala baba espacial
Hace poco revisaba el montaje del director de este auténtico clásico de Don Ridley, aunque no he notado grandes diferencias con el original. Si acaso, que la caja del DVD era más bonita, mínima metáfora de estos tiempos que corren, con fachadas cada vez más lujosas y menos contenido.

El octavo pasajero de la Nostromo es un tipo de lo más peculiar. Nace de un huevo gigante maloliente con la forma de un cangrejo blancucho, y, después de anidar en la cara del pobre John Hurt (que ha de ser siempre recordado por esa película después de haber rodado otras 60), se muda al esternón y, en el tiempo récord de dos días, se tranforma en un bichejo de aspecto metálico y dientes de sierra (buenísima la parodia en La Loca Historia de las Galaxias de Mel Brooks). No contento con eso, el pequeño esperpento, una especie de David el gnomo cabreado y espídico, se oculta entre los recovecos del transporte estelar, y en un rato se convierte en un monstruo baboso de tres metros, lengua asesina, cola punzante y ácido en vez de sangre, sin que para tanta mala leche haya explicación ninguna (porque ni se come a la gente, como en Tiburón, ni hay de por medio una venganza como en El Cabo del Miedo o similar). Suponemos pues que se trata de un alienígena cabezón y psicópata, al que Sigourney Weaver y demás pandilla le han caído gordos. En las secuelas (que son apreciables, sobre todo la de James Cameron) se nos explica algo más de tan peculiar raza, como si del águila culebrera de Despeñaperros se tratara. En todo caso, el monstruo es lo de menos: lo que importa es la tensión y eltravelling a través de los pasillos.

La película es vibrante y, aunque avanza un poco a saltos como Blade Runner, está a años luz de otras castañas del género que han venido perpetrándose en los últimos años. Mención especial para la criatura de H.R.Giger, ese gigantón de lengua de titanio con ojitos, de inspiración recargada y gótica, que se queda corto si lo comparamos con las pesadillas que este hombre debe llevar en la cabeza. Éso sí, a mí la que me gusta es la escena final; intuyo que ocurre algo alrededor de la ropa interior minúscula de la Weaver, pero, ¿el qué? No sabía yo que no se puede hibernar en pijama. Cuánto desconocemos del espacio.

Lo mejor: John Hurt teniendo una indigestión de huevos alienígenas. Qué susto
Lo peor: un clásico. Poco que decir.



Pues sí, parece que ya me encuentro mejor...


3 comentarios:

  1. Me cabe la seria duda de que tenga algo que ver realmente con el argumento de Alien, de hecho creo que nadie lo ha afirmado de manera categórica, pero sólo por ver como trata el espacio Ridley Scott vale la pena acercarse al cine.

    Alien fue una película que bajo mi punto de vista no ha pasado de moda, aunque su ritmo quizás si que sea del siglo pasado.

    Un abrazo.

    PS. Yo también le dediqué unas entradas a la saga Alien...por si te apetece.

    ResponderEliminar
  2. Hola Víctor. Ahora no me las voy a repasar, no sea que me deje influír por tu opinión... pero cuando termine la Semana, me las miro.
    Prometeo me está dando mucho miedito: me temo que nos van a soltar que los Alien son un experimento genético de una raza extraterrestre que se rebeló contra sus creadores. Algo así como los miriclodianos en Star Wars. Espero estar muy equivocado. Saludos!

    ResponderEliminar
  3. Hombre Rafa, si es así no será mal argumento aunque sí poco original, y eso si es que tiene algo que ver con Alien...

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...