¿Arte Universal?

Cine en Bulgaria

Estos días me he dado un paseo por Bulgaria, nación de casinos, night clubs, strip clubs y otro tipo de clubs menos recomendables si cabe. Me sorprende que el país se caiga a pedazos (mención especial para las fachadas-decorado del tipo Salvar al Soldado Ryan que son mayoría) y aún así tengan centros comerciales novísimos; claro que en algún sitio tienen que gastarse el dinero los señores del Maserati. Pero bueno, este es un blog de cine y no de desigualdades sociales, al menos de momento, así que vamos a lo que vamos, que es, ¿cómo sería un cine en Bulgaria? Pues sí, exactamente igual que aquí; los cines pertenecen a cadenas multinacionales y lo único que cambia es el título de las películas (sí, el búlgaro es un idioma, como diría el famoso chiste de Eugenio). Por lo demás, ahora mismo ponen las mismas películas que en España, e incluso alguna que todavía no ha llegado, como Destino Final 4, que es en 3D y seguramente cuatro veces más mala que las otras, que ya es decir. Pero sí, tenemos Up, tenemos Harry Potter y etc etc, como corresponde a una sociedad aislada mucho años, muy pobre, y que ha recogido de occidente sólo lo más superficial y por lo tanto lo peor, empezando por Julio Iglesias y la música disco y terminando por un consumismo salvaje con un salario medio de 300 euros. En fin, ir al cine en Bulgaria vale 4 euros y también tienen palomitas y coca-cola para que los vecinos de asiento te den la tarde. Me conmueve ver las mismas películas allí, la verdad. Viendo el vaso medio lleno, diría uno que el cine es un arte universal, que nos une, que no somos tan distintos al fin y al cabo aunque la lengua o las costumbres sí lo sean. Viendo el vaso medio vacío, esta dichosa globalización es un aburrimiento, y no hay manera de escapar de Bruce Willis y los clones esos ni en las calles oscuras, aterradoras incluso, de Sofía.

Haced clic y tomad vuestra primera (y seguramente última) lección de búlgaro