tag:blogger.com,1999:blog-8638193429259398444.post2334606412209662246..comments2023-08-19T12:09:55.303+02:00Comments on Tururú - Cine y más: Millenium de reboteRAFA Vhttp://www.blogger.com/profile/06672155583945217625noreply@blogger.comBlogger2125tag:blogger.com,1999:blog-8638193429259398444.post-51853072012807723262009-11-02T10:30:55.638+01:002009-11-02T10:30:55.638+01:00Curioso que, tanto tu relato como el mío, sean tra...Curioso que, tanto tu relato como el mío, sean tramposos en el sentido de que es el narrador quien está muriendo, y dudo mucho que hubiera tenido tiempo de escribir todo eso mientras se desangra sobre la nieve... Una de mis obsesiones literarias es la del narrador-presente (puesto que no puede haber un narrador ausente y veraz al mismo tiempo), pero como este es un blog que pretende ser de cine, pues nada, otro día lo hablamos.RAFA Vhttps://www.blogger.com/profile/06672155583945217625noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-8638193429259398444.post-72524350173271684782009-10-30T18:06:14.426+01:002009-10-30T18:06:14.426+01:00Pues yo también iba a participar en el concurso, y...Pues yo también iba a participar en el concurso, y me guardé el microrrelato (es micro por su pobreza, no por su tamaño) para publicarlo a última hora, antes del quince de octubre, que era la fecha límite. <br />Una mañana llegué a la oficina, pregunté qué día era y me contestaron que dieciséis. A lo que sólo pude responder: mierda.<br />Lo publico en este foro para que salga a la luz. Hala.<br />Que haya suerte.<br /><br />Siberia<br />"La sangre sobre la nieve es más roja", pensé, aunque eso no tenía sentido. Al anterior ya lo habían sacado a punta de fusil y del pabellón contiguo llegaban sus gritos. En breve sería mi turno. Dije en voz alta, pero temblorosa: "camaradas, de mí no conseguirán nada". Los que habían vuelto -desechos más que hombres- ni siquiera levantaron la cabeza, por no tener fuerzas o por vergüenza. El guardia me empujó fuera. Mientras caminaba hacia el barracón pensé en navajas, dientes que se arrancan, cigarrillos, cuchillas de afeitar, botas militares. Nunca he confiado en mi fuerza de voluntad, siempre en mi inteligencia. Salí corriendo. Oí gritos y ladridos. Los dos primeros disparos erraron o fueron al aire; al caer al suelo sólo sentí mucho calor en la espalda. Lo último que vi fue mi sangre sobre la nieve, más roja que el silencio helado y que mi triunfo.eduardohttps://www.blogger.com/profile/16008748750138678105noreply@blogger.com